Nota en Diario Hoy

Pinceladas solidarias

Niños y jóvenes discapacitados inauguraron un mural “por la integración” que luce a pocos metros de la Estación del tren. En el envento hubo coros, murgas y una saludable sensación de alegría. La idea nació con la consiga de que “Las diferencias nos hacen mejores”

Música, alegría y mucha emoción es lo que se vivió ayer por la tarde en las inmediaciones de la Estación de trenes de La Plata, cuando se inauguró un mural con la consigna “Las diferencias nos hacen mejores”, pintado por chicos con capacidades diferentes.La idea nació a partir de un taller llamado “Expresión sin límites”, que se dicta en el Centro Cultural y Artístico Crisoles, ubicado en calle 1 e/ 41 y 42. Allí se trabaja con chicos discapacitados y otros que vienen de hogares, coordinados por un psicólogo. “Consideramos que los niños que viven en un hogar también tienen diferencias con el resto”, cuentan desde el centro. En el taller, unos treinta alumnos aprenden desde diferentes disciplinas artísticas, como plástica, teatro, música y juegos. “El objetivo principal es integrar a los niños y adolescentes en el medio social, estimulando a su vez el potencial creativo e imaginativo, así como su posibilidad de elección, desarrollando la participación grupal, los valores y respeto por el otro”, cuentan sus responsables.

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Videoclip y Discurso

En el evento organizado en forma conjunta por CILSA y CRISOLES, además de la entrega de sillas de ruedas, la presentación de un coro y la murga "Muy despacito", nosostros como integrantes del taller proyectamos un videoclip sobre la realización del mural y leímos un discurso alusivo que a continuación les dejamos para compartirlo con quienes no pudieron concurrir.

"¿Para qué sirve la utopía? Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos. Y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. Para eso sirve, para caminar. La utopía sirve para caminar."

Eduardo Galeano

Desde el taller "Expresión sin límites" nos hemos cuestionado una y otra vez acerca de qué sociedad tenemos y queremos.

Hoy compartimos con ustedes nuestra alegría, ya que si bien queda mucho por hacer, andar y luchar, la sociedad que deseamos se parece a este espacio de encuentro. Una comunidad accesible en la que todas las personas disfruten, sin discriminación alguna, de todos sus derechos y libertades.

Una sociedad preparada para la persona real y no ideal, digna de ser habitada por todos sin excluir a nadie.

Cerramos el año de este modo, con la inauguración de un mural que no sin esfuerzo y trabajo en conjunto logramos pintar.

Salimos del taller a la calle, a la comunidad, dejamos nuestra huella transformando un espacio en un juego que, a su vez, nos transformó a nosotros mismos.

Ese "muro", como lo llamaban los chicos, se convirtió en metáfora... porque al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y transformarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.

Sólo cuando podamos convivir integrados, con equidad y profundo respeto por las diferencias, seremos una sociedad mejor.